Cuando al fin consiguió el balance emocional que durante cincuenta años había perseguido, comenzaron a atormentarlo los sueños.
Ovidio Campoamor era ingeniero de sistemas, ateo por experiencia y por convicción, escéptico de los más puros y, para no contaminar aún más el planeta, había decidido desde mucho antes de su primer matrimonio que no tendría hijos. Su carácter práctico le obligaba a tener un trabajo de ocho a cinco para comer y comprar, pero su curiosidad y su insatisfacción perennes no le permitían estarse quieto en la misma realidad por mucho tiempo...
Que suerte haber encontrado estos cuentos
ReplyDeletetan memorables en el Authonomy site y leer mas aqui..
How lucky to find hese unforgettable stories on Authonomy and read more about them here....
Mikey The Free
http://thefreeonline.wordpress.com/